Reflexiones de la vida por el power ranger rojo

El vivir una vida repetitiva es bueno, ya me lo había dicho el doctor.
Todos los días me levanto y me pongo lo primero rojo que encuentro, un alivio, porque antes, cuando estaba viviendo en el otro lugar a veces no encontraba qué ponerme, sentía que la ropa quería hacerme cosas malas y yo tenía mi tijera roja, roja, roja y la hacía jirones. Después entraba Jorge y me ponía mi camisa super especial, esa que se prende por atrás. Como me gustaba esa camisa.
Como venía diciendo, después de vestirme voy a la fuente de sodas, y me encuentro con todos mis amigos especiales. Generalmente hay algún tema de fondo. Después vamos afuera y despachamos algunos patrulleros, que desaparecen con el primer golpe, no me gusta eso, a mi me gustaría pegarles y pegarles y pegarles y pegarles. Y mi camisa especial. Me gusta mi camisa especial.
Después aparece el monstruo, por lo general relacionado con el tema que había en la fuente de sodas. Ahí nos transformamos. Le damos para que tenga y justo cuando está por morir se hace gigante.
Llamamos a nuestros robots, los mezclamos todos y rompemos un par de edificios, pero siempre están arreglados al otro día. El monstruo cae muy fácilmente.
Después volvemos a la fuente de sodas como si nada, y nos reímos un rato.
Como decía. La vida repetitiva es buena. Es lo que me evita de entrar a la casa de la rosada cuando la filmo desde los arbustos por las noches. Me pregunto si habrán encontrado el cuerpo del doctor Cotelo. Supongo que si. Si vienen espero que traigan la camisa. Que buena camisa.