domingo, 29 de abril de 2007

Un poco de realidad, para variar

Decidí que los estuve bombardeando con una dosis excesiva de surrealismo y ficción. Así que ahora me presento a ustedes sin palabras grandes, escenarios fantásticos o personajes irreales. Ahora es pura y exclusiva realidad. Imaginen que estoy en un cuarto vacío con una luz y una silla, diría desnudo para aumentar el énfasis de la metáfora, pero ha estado haciendo frío y no quiero que parezca irreal.
Así que acá estoy... sentado, sin miedo a la exposición, sin la seguridad de culpar a mi pobre escritura por mis contradicciones.
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Sabía que no iba a tener nada que decir así que decidí alquilar este espacio.

Hola, soy miembro de la asociación de galletitas desplazadas. Pertenecemos al grupo de las galletitas surtidas que siempre quedan para lo último, y en algunos casos ni ahí nos prefieren. Por ahora solo esto, estamos haciendo una gira mediática fomentando nuestro mensaje de igualdad y aceptación. Estamos en proceso de reclutar voluntarios así que si simpatizan con la causa ponganse en contacto con migo. Tenemos mucho trabajo por hacer. Gracias.
Espacio pagado por la asociación de galletitas desplazadas mundial.

miércoles, 25 de abril de 2007

¿¿?? AM


... luego existo ... luego existo ... luego existo ...

¡Pienso!
¿Quien soy?...¿En donde estoy?
No, no debo abrir los ojos... Parece que he estado durmiendo... si, si, definitivamente acabo de despertar. Mi memoria está volviendo...
¿Escuché una alarma?
Creo que no... por eso debemos ser precavidos... si abro los ojos estaré totalmente consciente.
¿Qué horas serán?
Imposible saberlo, solo sé que es en una hora entre que me dormí y la que se supone que me debía despertar.
¿Qué horas serán?
Tengo que tomar una decisión. Arriesgarme a averiguar la hora, bajo el potencial supuesto de que falte más de diez minutos y menos de una hora para la hora límite, sacrificando así el perfecto estado de letargo que tengo, pero sabiendo también que de ser un período mayor a una hora puedo entregarme completo en las manos de Morfeo; o permanecer así, en el limbo, sin saber la hora, alerta los primeros minutos pero con la atención descendiendo... descendiendo... descendiendo hasta volver a dormir otra vez, siendo la desventaja de este método que puedo permanecer alerta más tiempo del debido reduciendo así el tiempo de descanso.

¿Qué horas serán?
NO PUEDO EVITARLO DEBO SABER LA HORA...

...

Todos los malditos días... cuando voy a aprender.

domingo, 22 de abril de 2007

Trineo (3 de 3)- El infierno de Trineo

Cuando recuperó el conocimiento se encontraba en una sala grande muy mal iluminada y decorada con tapices enormes.

Dado el nombre del capítulo ya todos sabemos donde se encuentra. Trineo está en el infierno. Ahora, esporádico lector, cuál será la visón del infierno que plagiaré hoy.
¿Será acaso una tremenda ironía donde Trineo tiene que terminar haciendo exactamente lo que hacía en la vida real?
¿Será un infierno con mensaje como aquel infierno en el que había un montón de arroz muy lejos y todos tenían unos tenedores muy largos pero al final se les caía el arroz antes de llegar a la boca y que el cielo era igual solo que en vez de cada uno tratar de comer su propio arroz se lo daban al del costado?
¿Será este acaso un infierno digno de "el abogado del diablo" donde a Trineo le ofrezcan una proposición en la que se beneficiaría económicamente incluso estando muerto?
¿Será un lugar lleno de fuego y demonios cachetones que lo pinchan a uno cuando está muy tranquilo quemándose?
¿Será un lugar donde no pasa nada y uno sufre del aburrimiento?
¿Será un lugar en el que tiene que escucharme a mi tirar teorías sobre el infierno?

Mientras el autor tenía todo este debacle interno sobre como castigar a el pobre Trineo este llegó a una puerta. Tocó. Pero nadie contestó. Nadie iba a contestar nunca...

Ese sería un modo siniestro de terminar el cuento. Pero ese no es el final...
Ahora ese sería un modo abierto de terminar el cuento.

Después de esperar pacientemente unos minutos trineo trató de abrir la puerta. Estaba abierta. Del otro lado había un prado que parecía infinito cubierto por una enorme cúpula Extrañamente estaba muy bien iluminado por una fuente desconocida. Divisó un aljive en el medio del prado donde había una pequeña elevación. No podía creerlo. Trineo se encontraba en cerro ñato. Tenía que ser. Ese aljive estaría lleno de revistas Condorito. No pudiendo resistir la tentación de tantos "plop!" y "exijo una explicación" Trineo se larga a correr.
Se dió cuenta que no estaba solo, algo se movía furtivamente en la lejanía. Pero a él no le importaba. Llegó a la misma boca del aljive.

En ese momento yo, que era el ser furtivo me acerco.

- No está funcionando Trineo
- ¡Pero puedo cambiar! Ya se que no has podido decir muy buenos chistes ni demostrar ningún punto interesante a mis expensas... pero no irás a destruirme...¡VOS ME CREASTE!
- Y por eso tengo que tener la sensatez de decirte que no está funcionando, Trineo, Mirá si estaré desesperado que tuve que entrar yo en el cuento porque no tengo manera convincente de terminarlo, no es nada personal. Solo fue un experimento que no funcionó. Me apena que sea así pero es la verdad. Aparte sabías que solo ibas a vivir tres capítulos. Lo siento.

Trineo estaba a punto de protestar, pero le dí la espalda. Quedó ahí cabizbajo mientras la luz que iluminaba el prado se iba desvaneciendo. Llegué a la puerta y la cerré con llave. Ahora sí Trineo había muerto.

martes, 17 de abril de 2007

La última puerta

Es esta. Es la última puerta. Puedo sentir el viento fresco que corre por el irregular espacio que separa el piso de el fondo de la puerta.

Michael Ende hablaba de un Templo de las mil puertas, un lugar en el que al entrar te encuentras en un cuarto en principio normal y pequeño donde tienes varias puertas, cada una diferente de la anterior, pueden diferir en forma, en tamaño, en material. Al atravesar una puerta el estilo del cuarto cambia y hace juego con la puerta por la que entraste. El templo tiene la capacidad de llevarte a cualquier lugar que quieras ir, pero debes tener un deseo auténtico (consciente o no) de a donde quieres llegar, de lo contrario uno se queda vagando en el por siempre, sin saber por que elegir una puerta u otra.

Explico esto porque hoy me dí cuenta que estoy frente a la última, de abrirla y traspasarla habré perdido todo contacto con la realidad.

La primera era de marco irregular, trapezoidal diría algún apasionado de la geometría, y verde eléctrico. La crucé al hacer todo lo posible por no abrir la puerta de mi casa cuando esta suena.
La segunda era de un material pegajoso y de consistencia gelatinosa, el pestillo tenía forma de banana, y se sentía como banana. Es más, estoy casi seguro de que era una banana, volvería a revisar pero fue hace muchas puertas. La crucé al caminar 10 cuadras más de las que debía para poder viajar sentado en el ómnibus sin tener que reservar.
Muchas puertas han pasado ya. Estas últimas semanas fui tentado a abrir la última. Es un semicirculo de dos metros de ancho y medio metro de alto lleno de luces de neón. Tiene una ventana con forma de tirabuzón. El vidrio es difuso, pero puedo observar el movimiento del exterior, por lo que deduzco es esencialmente un juego de damas gigante en el que cada persona es una pieza pero no sabe que lo es. Y comer una pieza es mucho más sangriento.

Todos los días se que voy a tener que saludar al sereno. Es un loco macanudo que trabaja de sereno en la Esso que hay a una cuadra de mi casa. Cuando empecé a viajar a Montevideo eramos las únicas personas despiertas a esa hora en un radio de como 3 cuadras por lo que el saludo diario se convirtió en la regla. Han pasado 5 años y la costumbre sigue. Esta semana me desperté pensando en tomar rutas alternativas a la parada para evitar el saludo. No es que no quiera saludarlo, sino que me molesta la inevitabilidad del mismo.
El día que rodee la Esso para no saludar al sereno, ese será el día que cruce la puerta.
Parece que uno llegó al otro lado, hizo dama y ahora está retirando la piel de una de sus víctimas para ponersela por arriba. La cosa se puso interesante.

sábado, 14 de abril de 2007

Ven como digo pavadas pero a veces tengo razón?



Dicen por ahí que hablo sin pensar.
Dicen también que cuando pienso en cosas son estupideces.

Hubo una entrada de este mismo blog hace como un millón de años llamada "Mi nombre se escribe con H" en la que hablaba de Isaac Asimov y de uno de sus cuentos.
Creo que nadie comentó, pero la teoría de que mi h, y la forma de mi nombre había determinado mi personalidad y mis gustos es una teoría que he sostenido a cualquiera que quiera escucharme, sobre todo en el lapsus de tiempo entre la segunda y tercer cerveza. Todo el mundo siempre la desacreditó.
Hoy estoy muy orgulloso de decir que tenía razón. Existe otro Mathías De Armas. En serio. Exactamente Mathías De Armas. Con H.

Y adivinen que?
Estudia química y es el esmerado escritor de un blog

En Tu carota coyote cósmico!

martes, 10 de abril de 2007

Trineo (2 de 3)- La infancia de Trineo

Trineo no tuvo una infancia blanco y negro. Fue en tonos de sepia. Por esa razón siempre confundió el verde con el amarillo y desarrolló un insano fanatismo por Zona Urbana en su momento.
El verdadero nombre de Trineo era Gómez Gonzalo, lo cuál jugó un papel vital en su desarrollo. Verán, todos confundían su nombre con su apellido, por lo que en la escuela le decían Gonzalo y en el liceo Gómez al contrario de cualquier persona normal.
El mismo día que recibió el resultado del test vocacional que decía "conductor de ómnibus, veterinario o maniquí" Gómez tuvo un accidente que involucró un globo aerostático y 20 kg de brillantina dorada (no la misma que terminó en panN- reiff, que se piensan, que soy el guionista de Lost). El asunto es que en ese tiempo la única manera barata de fabricar brillantina dorada era hacerla con plutonio radiactivo. Así que como todo buen personaje en contacto con dosis de radiación Gómez desarrolló superpoderes.
Trineo, como le puso a su super alter-ego, tenía dos poderes esenciales. El principal era el poder del absurdo. Trineo podía generar una roca tan enormemente grande que ni él pudiera levantar y levantarla, Logró sacarle peras a su olmo, perdió una discusión incluso usando la palabra "idiosincrasia" y perdió peso usando reduce fat fast.
El segundo poder que obtuvo fue el de conectarse al msn con el pensamiento; ideal para salvaguardar la identidad secreta por todo eso del no poder estar en dos lugares al mismo tiempo. Desafortunadamente no existían las computadoras y todos supieron su verdadera identidad a las dos semanas. Aunque, para serles franco, a nadie le importó realmente.
La vida de superheroe lo dejó con un montón de deudas y enfermedades venéreas por lo que decidió sentar cabeza y agarrar una ruta de ómnibus. Quizá por ser un contrato amarillo con letra verde no notó que para hacerlo tuvo que vender su alma. Pero para mí que sabía. Yo no confiaría en un hombre con patas de cabra y risa malévola.

domingo, 8 de abril de 2007

La víbora


Donde quiera que vaya ahí está, acechando, dispuesta a atacar.

Cada vez que llego a creer que no soy un ser ligado emocionalmente al consumo la víbora me devuelve a la triste realidad.

Sus ataques son sutiles, puede ser en forma de interferencia de la radio de policía justo en la parte más importante del programa que estoy viendo, puede ser que se haya agotado el producto al que tenía la mira puesta por mucho tiempo y que finalmente iba dispuesto a comprar, puede ser la rotura inexplicable y posiblemente irreparable de ciertos objetos, la razón por la que salgo apurado de reuniones de amigos para no perderme alguna pelotudez en la televisión, o incluso ahora mismo la tercera y cuarta lucecita del modem que no se prenden.

La víbora es la responsable de todos esos ataques. Pero no la culpable.

El único culpable soy yo por haberme creído mejor que la víbora, por tratar de ser una persona que no necesitara de ella para ser feliz. Ahora la víbora esta enojada.

Y para mi ya es demasiado tarde.

miércoles, 4 de abril de 2007

Limbo Tropical


Un hombre y una mujer quedaron varados en una isla desierta.

El hombre odiaba a la mujer sólo un poco más de lo que la mujer odiaba al hombre.

Los engranajes estaban en funcionamiento. En tan solo unas tres semanas una de las ironías más grandes de la naturaleza estaba por suceder.

Esas dos personas iban a enamorarse.

Ella, que no era tan estúpida como su rubia cabellera hacía pensar se dio un mes y medio. Él todavía no había entrado en paz con el hecho, pero subconscientemente sabía que iba a aguantar poco menos de un mes.

Ambos habían visto las suficientes películas y series de televisión y entraron en el papel de “hacer todo-lo-posible-por-salir-de-la-isla-no-te-doy-ni-bola” que todos usan por lo menos los 5 primeros días. Después él haría algo considerado por ella, como compartir el pez que él pudo pescar y ella no y se empezarían a mirar con otros ojos. Miradas se cruzarían mientras convierten esa isla en su nuevo hogar.

Luego una noche junto a la fogata declararían su amor y lo expresarían al lado de una palmera.

O al menos eso hubiera sido si el barco no hubiera tenido un GPS y fueran rescatados en la primer noche.

Las islas desiertas no son lo que eran antes.

lunes, 2 de abril de 2007

Overhearing

“Ayer se armó un líiiio. Machado, el gordo zanguango de mi clase, se puso a armar caretas...”

Esta fue la escasa parte que pude escuchar de una conversación entre dos chiquilinas que probablemente se dirigían al liceo mientras yo pacientemente esperaba el ómnibus hacia Montevideo el jueves por la mañana. Dado que miércoles y jueves el tiempo que paso en mi casa que no involucra dormir, higiene bucal, corporal o ingesta de alimento se reduce a unos 20 minutos, y que me puse por regla no escribir para el blog fuera de mi casa (regla que he cumplido bastante al pie de la letra), recién hoy sábado estoy rememorando el hecho. Y recién hoy lunes lo estoy publicando

Así es como supongo que la historia terminó:

...y le salían bastante buenas, a segunda más o menos, cuando ya tenía como cuatro prontas la profesora de historia lo vio y lo sacó de la clase pero se quedó con las caretas. Después se puso a hablar del problema de la falta de atención mientras en una mano sostenía la careta de Fuentes, entonces se le cae la careta...¿Y no sabés que pasó? ¡Fuentes se cayó del banco de jeta al piso!

Claro que en ese momento todos nos reímos y la profesora echó a Fuentes también por haber dispersado la clase. Fuentes salió disparado para afuera. Nunca había visto a alguien tan asustado. En ese momento suena el timbre. No teníamos más Historia por lo que Machado se volvió a meter y mientras había estado afuera, el muy imbecil había hecho una máscara de la profe y entró con ella puesta. Cuando pasó la puerta y la profesora lo vió quedó como petrificada, después copiaba todo lo que machado hacía, que en esencia fue mirar a la profesora y rascarse el culo, en eso entra la directora a ver qué era el alboroto y ve a machado con la careta y se la saca y la rompe. Fue el grito más fuerte que escuché en mi vida. La cabeza de la profesora empezó a romperse al igual que se había roto la careta y todos salimos corriendo. Parece que Machado había agarrado una cuadernola vudú que había en la casa no sé por qué y que las caretas habían oficiado de muñecos vudú. Pegaron la careta de la profe y ahora está en el hospital...¡Y HOY TENGO LIBRE A ÚLTIMA!