viernes, 13 de noviembre de 2009

Todo empezó con un hombre rascandose un huevo

Es difícil recordar los por queses y los con que manoses, pero una cosa es cierta. Todo empezó con un hombre que sintió una leve picasón en el testículo derecho.

Como hombre que no deja picasón sin atender se rascó unos segundos y volvió a lo que estaba haciendo.

Casi inmediatamente la picazón volvió, esta vez con más intensidad. El hombre arremetió con ferocidad.

Por unos segundos todo pareció haber terminado. Pero volvió, y esta vez con todo.

Como hombre que aprende de picazones que se vuelven peores al rascarse el hombre trató de contenerse, pero cada momento se hacía más difícil resistir a la tentación.

Probó con metodos indirectos, como soplarlo con el secador, o enfriarlo con un hielo, pero el testículo enrojecido no daba tregua, cada latido del corazón hacía el sufrimiento más insoportable.

Sintiendo que estaba por perder la razón el hombre se ató a su cama de pies y manos.

Y como hombre que acierta a que va a perder la razón justo antes de perderla, perdió la razón. se arrancó un pulgar con la boca y logró hacer pasar su mano ensangrentada por la atadura que lo sujetaba. Desató la otra mano y se rascó un huevo.

Se rascó un huevo como nunca antes nadie se lo había rascado, una mano atrás de la otra para no darle un respiro a la picazón para volver.

Su testículo se hinchó más y más hasta alcanzar el tamaño (y color) de una manzana pequeña. pero el hombre no dejó de rascarse. Finalmente el testículo estalló en un espectáculo de sangre y luz.

Y ese día, la luz fue hecha.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Lo logramos

No todos lo logramos, pero el objetivo se cumplió. Esto es un homenaje para los que quedaron por el camino.

Como los más allegados a la lucha contra los gordos de dientes cuadrados (los hipopótamos) sabrán, este sitio no ha tenido actualización en bastante tiempo. Agradezco mucho los miles de mails, comentarios y llamadas personales que seguro hicieron preguntando por mi, pero lamento comunicarles que no llegaron a destino. Fueron borrados inmediatamente por su seguridad. Los últimos meses este sitio estuvo en completo control de los hipopótamos.

No hay ningún dicho que hable sobre jueves trece, pero debería. porque ese es el día en que fui capturado. Afortunadamente, tras el post que escrachaba el culto satánico del payaso pelusita había creado una subrutina que inmediatamente borraba todo tipo de comunicación hacia los cuarteles centrales y así, silenciosos enemigos de los hipopótamos, estuvieron a salvo.

Al capturarme los hipopótamos cometieron un error fatal. Me mostraron la ubicación de su escondite secreto. Claro que mundialmente la OHC (organización de hipopótamos corruptos). Tiene separadas las secciones de retención de prisioneros del resto de las secciones de la organización. Pero siendo uruguay todo era parte del mismo edificio, y en la planta baja había un farmashop.

No voy a ennumerar las torturas que recibí porque no viene al caso, no quiero ser un mártir, hice las cuentas y para equipararme al che guevara en relación camisetas/tatuajes/pegotines mi muerte tiene que ser tanto más injusta y espectacular que la del barba que no tiene sentido tratar de buscarla. Básicamente Stalin tiene que resucitar, contratar un grupo de abogados que me acusen de abusar sexualmente de Nutrias, llevarme a juicio y difamarme en los medios, pero qué después cuando yo gane el juicio Stalin aparezca y me mate con arco y flecha, y eso es totalmente imposible. Nunca podría ganar un juicio de abuso a nutrias.

Podría seguir hablando pero no lo haré. Quiero que sepan que he vuelto. Logré escapar de la cautividad de los hipopótamos, y ya de paso desmantelé su principal plan genético para este verano.