lunes, 4 de agosto de 2008

200 (epopeya conmemorativa de las 200 entradas de este blog)

Doscientos elefantes se mecen suavemente sobre una tela de arañas. La hija de puta aguanta bien.
No es que las arañas no hayan tenido nada que ver, pero el mérito es pura y exclusivamente mío.

Como buen visionario un día me levanté y me dije "lo que le falta a este mundo son elefantes arriba de telas de araña". Eso fue en 1968. En ese momento me encontraba muy ocupado buscando una mujer soltera de San Nicolás que supiera coser, bordar y abrir puertas.

Después vinieron los 70. No tengo mucho recuerdo de lo que hice en los 70, con todas esas drogas y amor libre. Mi mujer, que sabía abrir puertas, pero prefería quedarse adentro cosiendo y bordando, murió en un accidente de costura, acuchillada por su propia aguja mientras me hacía unos mitones para poder jugar al aire libre. La depresión de no tener mis queridos mitones me llevaron directamente a las drogas, el alcohol y las mujeres fáciles, esas que no saben ni coser ni bordar.

Me acuerdo que lo que me hizo salir de esa vorágine de placeres prohibidos fue una tarde de 1979, una farolera se tropezó y se hizo bosta contra la calle, mientras yo estaba tirado muy borracho para levantarme. Justo en ese momento "Se enamoró de un coronel" como en ese tiempo le decíamos cuando te atropellaba un tranvía. Quedó internada. Me sentía culpable porque de haber estado sobrio podría haberla salvado.Así que comencé a visitarla. Los 70 se terminaron para mi esa tarde del 31 de diciembre.

Mientras estábamos en el hospital, me contó sobre su vida. Antes de tener que dedicarse a encender faroles trabajaba como defensora de los derechos de los animales. Me contó historias horripilantes, como la historia de una madre pato que maltrataba a sus propios hijos si no se bañaban, o un veterinario de nombre Mario que le ponía gafas a las jirafas que no lo necesitaban porque tenía un convenio con el oculista de la vuelta. Pero la que más me quedó fue otra historia de abuso, de un elefante que era golpeado por su madre solo por llamar su atención. No mucho después me casé con la farolera y adoptamos al pequeño trompita.

Entonces recordé ese sueño que había tenido en el 68 de tener elefantes balanceándose en telas de araña. Pero había cuentas que pagar. Cuentas que involucraban a un elefante respondón que se pasaba moviendo las orejas.

Fin de la parte 1
Felicidades a mi

11 comentarios:

tan versátil como acústica dijo...

muchas felicitaciones por esta temporada genial.

sobre los elefantes, a mí me gustaría más verlos deslizarse en celofán. llamalo fetiche personal.

gero dijo...

buenoo! yo recién empiezo a leerTE.. pero qué sorpresa encontrarse con 200 posteos que respaldan ya el libro que tenés de blog

"Los 70 se terminaron para mi esa tarde del 31 de diciembre."

me quedo con esa frase,

saludos

JuanT dijo...

¿La segunda parte viene ahora o en el post 300?

Me cagué de la risa. Cualquier otra cosa que diga es al pedo.

Matilda dijo...

Qué buen blog!!! Qué divertido!!! Saludos

Noël dijo...

1) Felicitaciones totales.

2) Ché ¿no era que un hipopótamo se balanceaba en la tela de una araña??
(En tu versión bloggeril, claro!)

3)No habrá sido el veterinario sorete ese que mortificaba a las jirafas (en vez del alambre del fardo), el que mató a la Rayito, la jirafita del Villa Dolores? (Sorete... sigue jodiendo a lo bichos)


Congratuleishons!

Anónimo dijo...

yo sé hacer cosas balanceada en la tela de una araña.

Anónimo dijo...

Felicidades Mathew!

Eso fue en 1968. En ese momento me encontraba muy ocupado buscando una mujer soltera de San Nicolás que supiera coser, bordar y abrir puertas

Llegaste tarde, esa se la llevo mi padre...

:|

M.Splinter dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
M.Splinter dijo...

¿"Fin de la parte 1"? Wow, no era joda lo de epopeya.

Julián Sick dijo...

No entendí. ¿Es abrigado o simplemente se trata de otro tip para la moda fuera de moda? Ay, nunca entiendo los parágrafos!

Jimpa dijo...

felices 200 papá

god bless uruguay