Primeras veces y como matarme

Esta es una entrada importante.
Es la primera vez que escribo para el blog en mi casa, y contrario a lo que piensa la nenita del reclame de papel higiénico (que probablemente lo haga porque el primer trabajo que agarró fue en un reclame de papel higiénico) Las primeras veces son importantes.
Tomemos mi caso. Antes de ahora mis entradas eran lisas y mediocres, ni se comparaban con los grandes éxitos que supe escribir vía e-mail pero puedo adivinar, por como viene la mano con estas palabras que esta sólo va a ser mediocre y lo liso se lo dejo a las hojas de garbanzo (las amarillas, no las blancas).
Y cual es la razón?
Por qué escribo mejor en casa que en lugares ajenos?
La respuesta es bastante simple.
Soy una persona bastante estructurada, por lo que necesito un poco de meditación para poder alcanzar el estado mental que ustedes se merecen. Esto es un proceso que lleva unos minutos y que me deja muy vulnerable, de esto surgen 2 conclusiones:

1- Es imposible alcanzar ese estado mental fuera de casa
2- Si sos asesino en serie y buscás el momento más propicio para matarme, mientras escribo me vas a encontrar más cooperativo y entusiasta con la idea que en cualquier otro momento.

Por eso es que, a partir de ahora y hasta que rompa mi propia regla, voy a sacrificar la cantidad por la calidad y escribir desde casa.

Gracias y vuelvan pronto.

P.D.(sólo para asesinos en serie): Ya sé que mi muerte es totalmente necesaria desde tu punto de vista, no voy a discutir eso por razones que están explicitadas arriba, y me gustaría ayudarte con horarios y esas cosas; desafortunadamente mis horarios de escritura son bastante aleatorios, pero hacemos esto, yo 5 minutos antes de escribir pongo un pañuelo rojo en la ventana y así sabés.
Nos vemos pronto, ahhh y sería bueno que le sacaras el flash a la cámara cuando me sacas fotos dormido, hay unas nuevas que vienen con visión nocturna, cómo en las películas de asesinos en serie, lo digo para que te evites un disgusto, si me despierto y tenés que trabajar apurado no se divierte nadie.
Ahora sí, nos vemos.