Póstuma

Si leen esta carta es porque estoy muerto. Lo se porque como no confío en abogados cuando termine de escribir voy a introducirla en la mitad de mi intestino grueso y atarla con un cordelito, les contaría como me fue pero eso implicaría meterme otra carta por el orto, y todo sugiere que es algo que no voy a disfrutar.

Bueno, ¿como andan? devastados, ¿no? Me imagino. No todos los días encuentran una carta así en la autopsia de un ser querido, y ya debe de estar por ser mi funeral y mi entierro, ¡que divertido!, para mi, no para ustedes por supuesto, pero bueno, estoy muerto, dejenme disfrutarlo.

La razón por la que escribo esto es para que me recuerden tal como era, y eso es como un hijo de puta egoísta y desalmado. Para que la muerte no los afecte y les haga caer en sensiblerías baratas. Por ejemplo no quiero que mis patines premiados terminen en las manos de un pendejo pendenciero bajo la consigna "él hubiera querido que se les diera un buen uso". MINGA, si el gurí quiere patines que se ponga a hacer malabares en la esquina, esos son mis patines ahora y para siempre.

Ah, mi amor, ya se que dijimos todo eso de "hasta que la muerte nos separe", pero no me importa, no quiero que conozcas a nadie más, ta, no lo hubiera querido así, jodete, manejate.

Y nada de andar recordando momentos en los que fui bueno, me enferma cuando hacen eso, en su lugar digan "se acuerdan cuando papito compró el hospital infantil, lo demolió y construyó ese estacionamiento, como lloraba toda la gente, tuvo hasta difusión internacional".

Solo eso, ahora si me disculpan tengo que meterme un tubito.
Los quiere,
Marcos