Atrapados en un ascensor

-Ejem...
-¿Si?
-¿No va a decir nada?
-¿Nada de qué?
-Señor... somos solamente usted y yo...
-La verdad señora que no entiendo lo que quiere decir
-No le iba a decir nada, porque en realidad puede pasarle a cualquiera, pero la verdad después ver que no muestra ningún signo de arrepentimiento, no veo por qué tengo que seguir fingiendo
-¿Qué hice? Por favor expliqueme
-Usted...se tiró un...uno
-Que yo me tiré un ¿uno?
-Que usted se tiró uno
-¿Un qué?
-Un gas señor
-No, yo no me tiré ningún gas
-Señor... hagame el favor... no hay nadie más acá
-Le repito que yo no me tiré ningún gas
-Somos dos personas, yo no me tiré ningún gas, y hay terrible olor ... la conclusión...USTED SE TIRÓ UN PEDO.
-No me grite
-Perdón, no debí perder la compostura de ese modo pero la matemática es contundente y me apoya en este punto
-Su matemática debe estar mal porque yo no me tiré ningún pedo
-Si, si lo hizo, y uno bastante oloroso por cierto
-Quizá usted se lo tiró... y quiere inculparme...
-¿Cómo habría de hacer eso? Yo fui la que le llamé la atención en el tema
-Yo lo que se es que yo estaba lo más tranquilo y de repente llega una mujer diciéndome que me tiré un pedo, cuando es totalmente imposible que yo me tire un pedo
-¿Cómo que imposible?
-No quería llegar a esto pero yo...nunca aprendí a tirarme pedos...
-Señor, por favor, no nací ayer...
-En serio, me abandonaron al nacer afuera de la casa de un pastor protestante, y todos sabemos que los protestantes no se tiran pedos...Nunca tuve ese momento padre-hijo en el que el padre se tira un pedo delante del hijo y el hijo aprende que está todo bien con tirarse uno de vez en cuando, he visitado a 23 psicólogos distintos, pero ninguno me ha podido sacar el bloqueo
-Que horrible lo que me cuenta... perdoneme
-No hay...problema
-¡Ahora lo escuché! Pensar que me había convencido, pero ahora fue con ruido y todo
-¿Qué cosa?
-Que te re cagaste mientras decías "no hay problema"
-No, no fue ...así
-¡¡¡OTRA VEZ!!! no puedo creerlo
- Ya le expliqué que es imposible, me parece una falta de respeto que yo le cuente algo tan intimo y usted siga como si nada. Señora la verdad que no la...entiendo
-¡OTRO MÁS! ¡Y COMO HIEDEN HIJO DE PUTA!
-no... pierda... la... compostura... señora... que...somos...dos...personas...adultas...


La conversación siguió así por dos horas y la mujer estaba a punto de convencerse de que ella se había tirado los pedos, en parte por el nivel de convencimiento del hombre y en parte porque la cantidad de gases que había en el ascensor la tenía medio narcotizada, el hombre murió al tirarse un pedo más grande que el culo, aparentemente la historia del padre adoptivo protestante era cierta y nunca aprendió esta regla fundamental a la hora de tirarse un pedorrín.